martes, 1 de marzo de 2016

Sueño de amor es la misma telenovela, pero revolcada.


Hace una semana se estrenó Sueño de amor y su productor, Juan Osorio dice que está en primer lugar de rating. Lo curioso, es que lo mismo afirma la productora Mapat. Pero también lo asegura Nathalie Lartilleux. Ignacio Sada también comenta lo mismo. Y ¿por qué no? también lo asevera José Alberto Castro. Como en Televisa por ahora no hay ratings, por el apagón analógico, resulta que todos comparten el podium del primer lugar.

   ¿Pero en verdad Sueño de amor tiene con qué pelear el primer lugar de audiencia? La historia es una mezcla de varias telenovelas: el título es el mismo que llevó una telenovela de Angélica Rivera. La parte juvenil es similar a la telenovela coreana Boys over flowers. Cristián de la Fuente es policía como Charlie Massó. Betty Monroe y Cristián de la fuente son maestros como alguna vez vimos a Alejandra Ávalos y Arturo Peniche. Polo Morín está enfermo como un personaje de Adamari López. Carmen Salinas es una abuela motorizada como lo fueron Ada Carrasco y más recientemente Ana Martin. Es decir, se nota que Alejandro Pohlenz tomó todas las sinopsis de las telenovelas de Larrosa y la aderezó con la telenovela coreana y le agregó las ideas de Juan Osorio. ¡Por eso las telenovelas mexicanas ya no impactan! Son la misma historia, nada más que revolcada.



Para acabarla de amolar, los tres personajes varoniles más importantes están en manos de extranjeros: Cristián de la fuente (chileno), Julián Gil (argentino) y Santiago Ramundo (argentino). Por cierto, ¿ya se dio cuenta que a Ramundo le doblan la voz? Seguramente no alcanzó a neutralizar su acento y eso, me distrae. Por su parte, Betty Monroe nos queda a deber en su debut en Televisa, ¿en serio ninguna actriz de Televisa pudo haber hecho ese papel? Cuando Bárbara Mori hizo Rubí, lo agradecimos porque se necesitaba a alguien con esas características, pero ¿Betty Monroe? Vamos, es tanto el botox que se aplicó en la cara, que para actuar sólo mueve ¡los ojos! Los abre de tal manera que tengo miedo que se le salten.

   Porque Betty está en casi todas las escenas, corriendo el peligro que se le desorbiten sus ojitos. Su personaje es una de las actualmente llamadas mujeres “guerreras”, que lo mismo trabaja en tres lugares, que atiende a su familia, pero sin perder la chispa, el encanto, la alegría, el coraje y el sueño del primer amor. Es decir una mujer de 45 años que lleva su vida como adolescente de 17 años. ¡Ah, pero también el galán está en el mismo tenor! Tiene actitudes de jovencito de 15 años y es tan tierno que hace un corazoncito con las manos. Actitudes tan absurdas como el día en que ambos fueron al programa Hoy. Betty, con cara y voz de inocencia, repetía como robot las estupideces que Cristián de la Fuente le dijo que dijera. ¡Qué pena que a sus más de 40 años se comporten como de 5! Tan superficiales como el tratamiento que le dieron al bullying en el primer capítulo de su telenovela. 


   Sueño de amor no tiene pies ni cabeza. Podría ser pinche, pero pareja, como lo fue Mi corazón es tuyo. Pero no, tiene chistes malos, frases cursis, situaciones forzadas y una canción terrible (con imágenes de Shakira embarazada, ¡imagínese usted!). El productor, sus escritores y su asesor literario deberían de realizar una junta y que el primer punto del día sea: la soberbia. Así es, crearon muchas expectativas con su telenovela “original” y no las están cumpliendo.


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