jueves, 19 de mayo de 2016

A Univisión no le tembló la mano con Yago


Tanto que Televisa y Univisión esperaban de Yago (refrito de la serie turca Ezel) y nada. Que la serie protagonizada por Iván Sánchez y la ex TV Azteca Gabriela Vergara, bajó el rating que les había dejado la telenovela Pasión y poder. Y como en Univisión no se andan con miramientos, sacaron a Yago y lo pasaron a un canal menor, Unimás.

 Imagínese, si se nos hacía fuerte que bajaran de horario a Sueño de amor (de las 20:00 pasó a las 19:00) porque tampoco está funcionando, que te cambien de canal y a medio día, ¡pues pior! Es como si del Canal de las estrellas te pasaran a Gala TV, así de cruel el asunto. ¿Tan mal está Yago? Lo único bueno es el chavo que interpreta el papel de Yago joven.

  
Para mi que a Iván Sánchez ya le deben tocar las golondrinas en el aeropuerto Benito Juárez mientras lo depositan en un vuelo de Iberia. Sánchez no funcionó en La Tempestad y tampoco en Lo imperdonable. No la hizo en cine con Ana Claudia Talancón. No funcionó en series como Señorita pólvora y Yago. Y a lo anterior agréguele que con la prensa es un petardo. Otro foco rojo en Televisa son sus recientes adquisiciones del Ajusco. Betty Monroe no gustó en Sueño de amor y Gabriela de la Garza a nadie le hizo gracia en Yago. Bien dicen que lo barato sale caro.

   Pero vayamos con los escritores de Yago que son siete, ¿no que se comían el frijol con gorgojo a puños? Que se los trajeron de Sony y Argos porque ellos sí saben. Pues en Televisa no pudieron. Para esos pobres resultados, con un escritor basta. Es más, la productora Carmen Armendáriz debió haber repetido al equipo de escritores de Locas de amor, la única serie que le ha funcionado. Porque con Cásate conmigo protagonizada por Galilea Montijo, también nos quedó a deber.

    En Televisa se deben estar comiendo las uñas porque en su parrilla de programación después de El hotel de los secretos sigue la serie de Joan Sebastian y al terminar, Yago. Como verá, querido lector, el panorama no es muy halagador.



   

martes, 17 de mayo de 2016

Madre que no cría a su hijo, una hermana más


Aún queda la resaca de los festejos del Día de la madre y el pasado sábado una delegación de la Ciudad de México organizó un festival en donde se presentó Cristian Castro. Ahí los reporteros le preguntaron al intérprete de Azul qué significaba su mamá Verónica Castro, para él.

   Cristian dijo que “esa luz es lo más bonito que hay en mi alma, en mi canto, en todo lo que yo soy”. Al preguntarle sobre su abuela Socorro como una parte importante de su vida, Cristian respondió sinceramente: “La abuelita es todo para mi, toooodo para mi, esa sí. Mi mamá es como mi hermana, más mi hermana. Y mi abuelita sí es mi mamá”. 


   
Y es que para un niño es más importante que su madre esté con él en sus actividades diarias y no que gane mucho dinero o sea la mujer más famosa y deseada del planeta. Ahí tenemos el caso de María Rojo quien también declaró que se creía “la heroína” de su hijo y resultó que no, que su hijo a quien quería, veía y le decía madre era a su abuela. Un niño necesita a su madre cerca y ahí tenemos el ejemplo de Juan Gabriel, quien creció abandonado en un orfanatorio y sin amor, mientras su madre le daba vuelo a la hilacha. Con lo cual queda claro que Amor eterno se la compuso a un ex novio que murió en Acapulco y no a su madre, que ni el mar conoció.


  Es cierto que hay madres solteras que tienen que trabajar para mantener a sus hijos. Que hay matrimonios en donde el dinero no alcanza y tienen que trabajar ambos. Que hay a quienes les resulta más cómodo trabajar para darle rienda suelta a sus adicciones, que educar y cuidar a sus hijos. Pero en esta vida hay que tener claras las prioridades si no queremos que con el tiempo la culpa nos consuma. Hay libros, expertos que pueden orientar y errores de los cuales aprender. Sin embargo, nos negamos a avanzar, no sabemos, pero tampoco queremos saber.


martes, 10 de mayo de 2016

¡Qué bajón de autoestima para Betty Monroe!


Pues nada. Que el día de ayer Marjorie de Sousa debutó como la nueva protagonista de la telenovela Sueño de amor. Así es, esa historia en la que según le dijo a varios reporteros, ignoraba si estaría. Y pues sí, llegó a desbancar a Betty Monroe, quien no dio el ancho como protagonista.

   Bueno, el ancho sí lo dio y realmente ese fue uno más de los problemas con el que Monroe tuvo que lidiar desde que el productor Juan Osorio la contrató para ser la pareja de Cristián de la Fuente. Ni su doble de cuerpo, ni los tremendos ojos que pela al actuar, pudieron salvarla de bajar un escalón en Sueño de amor.


  La verdad, qué bajón de autoestima para Betty. Primero nos enteramos que cobró poco. Después que fue la única que aceptó el papel porque ninguna actriz quiso tener hijos tan grandes como Renata Notni y Polo Morín. Y para colmo, con el capítulo de ayer nos dejaron claro que su personaje se reconciliará con el de Julián Gil, mientras que el personaje de Marjorie se cenará al de Cristián de la Fuente y todos felices comiendo perdices.

   ¡Ah! Pero a todo lo anterior, súmele que Esperanza, su personaje, tiene cáncer y se tendrá que rapar. En pocas palabras, es como si le hubieran dicho: ‘a ver tú que de nada serviste, rápate para que por lo menos se diga algo de la novela’. Así que Betty, en un acto de resignación, profesionalismo y vergüenza se rapará con sus propias manitas. Algo así como lo que hizo Cynthia Klitbo en El Privilegio de Amar, con la diferencia que ésta sí fue una buena telenovela y el sacrificio valió la pena.



 Ahora, Betty no es la única culpable del fracaso de Sueño de amor. Para mi que Cristián de la Fuente debería acompañarla rapándose, en primer lugar porque como galán tampoco la hace. Y en segundo, que recuerde cuando andaba muy solidario con Betty aleccionándola para burlarse de Azteca. En cuanto a Marjorie, qué le puedo decir que no le haya dicho antes, ella está para interpretar a villanas, no es protagonista.