Una de dos. O Un camino hacia el destino es una
burla hacia el televidente, o Televisa ya aprendió a hacer telenovelas de
comedia, porque la verdad sí me revolqué de la risa al ver a René Strickler,
Harry Geithner, Jorge Aravena, Ana Patricia Rojo, Eugenia Cauduro y Lisette
Morelos haciéndola de “chamacos y chamacas”, como les dijo Patricia Reyes
Spíndola.
Si como
televidentes no tuvimos suficiente con ver al casi cuarentón de José Ron correr
para ir a su siguiente clase en la universidad en Simplemente María, ahora sí
no tuvieron progenitora al poner a los personajes de René Strickler y Harry
Geithner como jóvenes universitarios a sus más de 50 años. Dígame si no me voy
a morir de risa al escuchar al personaje de René Strickler decirle al de Lisset
Morelos: “no voy a cambiar el rumbo de mi vida por un embarazo”. Le juro
estimado lector, que ganas me daban de meterme al televisor y responderle: “¡Te
aviso que al único rumbo al que vas es al geriátrico!”. Está bien que en Televisa nadie
diga nada, ¿pero a los actores no les da vergüenza hacer ese tipo de escenas?

¿En verdad
Televisa está tan pobre que no pudieron contratar a actores jóvenes para que
les hicieran el primer capítulo? Ponga usted que efectivamente no hay dinero,
¡pues ahí están todos los alumnos del CEA, que seguramente mueren por hacer un
capítulo! Otro detalle que tampoco está cuidado es la escenografía, ¡hay tres
miserables objetos en la decoración de cada set! ¿Y qué me dice de la
paupérrima boda de Eugenia Cauduro? ¿Así se casa la dueña de un banco? ¿Qué tal
el portón de lámina desvencijada en la mansión de la banquera millonaria? ¿Y su
cerca de alambre oxidada? Ya ni la burla perdonan.
Jamás pensé
decirlo, pero está mejor contada y producida La hija del jardinero. Por lo
menos ahí hubo producción y jóvenes interpretando a jóvenes. En Un camino hacia
el destino la única joven es Paulina Goto, porque Horacio Pancheri, el disque
galán, parece pederasta al lado de Goto. Pero quien me tuvo con el Jesús en la
boca fue don Gustavo Rojo, con tanto coraje e intentar gritar pensé que perdía
la dentadura, el aire y el equilibrio. A sus 91 años ya no está para que actúe
en escenas donde golpea a una mujer, no hay que ser. Eso sí, al paso que va
Televisa con sus protagonistas, le aviso a doña Ana Ofelia Murguía (doña
Rigoberta, ‘Rigo’ en La hija del jardinero) que se vaya preparando a sus 82
años para protagonizar la siguiente telenovela de Televisa, en una de esas hace
el refrito de Mundo de juguete, pero no en el papel de la Nana Tomasita, si no
el de Cristina.


Escuché en
un programa de radio que la productora Nathalie Lartilleux dijo que no vio La hija del
jardinero que se transmitió en 2003 por Tv Azteca. Y está bien, no tiene porqué
darle rating a su competencia, ¿pero tampoco la leyó? Porque los diálogos son
exactamente iguales, no adaptaron nada y las escenas que agregaron, están de
más, ¿nadie se dio cuenta de eso? En fin, Un camino hacia el destino raya en el
cinismo.